Esperando en un subte de Santiago, me imaginé otra. Miré la gente pasar, esperé sus miradas, deseé sus respuestas. Mágica, recorrí rostros. Comparé narices, pestañas, gestos cansados. Esta otra es linda, segura. Imaginé, como tantos otros, las historias detrás de los rostros. Todas distintas, pero todas iguales. Buenos Aires, cómo te extraño. Buenos Aires, pero me dueles...¿acaso ya seré una más de esos rostros adictos a la melancolía? Lúcida, me consuelo con que en realidad no importa. Ni mis miedos, mis deseos, ni mis frustraciones, mis amores tampoco. Ni las soledades. No importan. Tranquila, observo la masa homogénea y me alegra que no importe. Me alegra mi insignificancia. Me protege. Me acaricia un remolino de ojos desconocidos que no ven, porque sé que los míos tampoco ven mucha cosas.

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La otra. La álter ego. La que es mágica, linda, segura. Y la que es lúcida y tranquila. Ella es definida, sus bordes no se perderán jamás entre el blanco/gris de esas dos ciudades. La que caminará con gracia por Baires y con total desplante por Santiago. La que verá las cosas que la masa con ojos ignora. Y actuará. Ella no es cobarde, tiene miedo, sí (pregunta trillada: ¿quién no lo tiene?), pero ella aún así lo hará.
Ella ve los vagones del subte pasar con exquisita velocidad y busca el vértigo, caminando (deslizándose, más bien) en el sentido contrario, a través del andén. Y encuentra la felicidad en ese precioso y filosófico instante. Entonces sonríe o casi ríe mientras ve los hipnóticos destellos de esos vagones que pasan con exquisita velocidad. Se creyó feliz, por cinco segundos cree que pensó que en realidad hay un dios. No está segura de haberlo creído, pero la mera posibilidad es emocionante. La velocidad con que el vagón pasa alborota sus cabellos...y sigue pensando en que la mera posibilidad es emocionante.
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Esos ojos no la mirarán, ya lo entendió, jamás encontrarán que su boca es linda y que sus manos tienen bella forma. Sí, sí se entristeció, pero cuando miró al rededor, el horror propio y la tristeza ajena trajeron aires con aroma a resignación. Y se rindió. Entendió que era batalla perdida, hizo un grácil gesto con la cabeza y siguió.
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El pasado y el presente solamente son medio para nosotros: el futuro es siempre nuestro fin. Por eso nunca vivimos realmente, sino que esperamos vivir. Alucinados siempre por esta esperanza de ser felices algún día, es inevitable que no lo seamos nunca. [Blaise Pascal]

levito en el frío de santiago, veo que todo sigue igual por estos caminos, que vaya! ya me sé de memoria
me reinvento para no morir en el intento , veo que esta historia me crea un conflicto superior a lo que esperaba

un día más, igual que al de ayer... eso si, un día escarchado perteneciente a unas manos frías que nunca más se decidieron a probar algo de calor...frías, siempre frías...fría

qué decir...un día más en santiago,uno más azulado, igual que al de ayer, pero con un vagón más de recuerdos...entonces por hoy, una día más en santiago con un vagón más de recuerdos

nuevamente me reinvento

Trato que la vida se parezca a ti, a nosotras y a la amistad. Pero...¡mierda! ¡cuesta tanto ver el famoso "lado positivo"! Intento ver el mundo igual que cuando veo tu sonrisa cosquillosa, pero es que cada día la vida se parece más al salto al vacío.
...Voy en el tren acordándome de tu cara y alguna loca conversación y entonces giro y allí está el rostro triste de un niño, mirándome, suplicando por una moneda...y entonces ¡mierda!, cuesta cada vez más ver el lado positivo y sus ojos se parecen tanto a ese último impulso al vacío...y la moneda que le doy sabiendo que no significa nada, porque todo sigue igual para ambos, esa moneda tan putrefactamente insignificante...
...Todos los días me acuerdo de ti, mi sonrisa, y eso me recuerda que no todo es triste. Recuerdo tus ojos y recuerdo esos ojos pobres y quizás mi propia tristeza se equilibra en un punto entre el vacío y la nada.




Me salvas.
Muchas veces me salvas.

No me permito

Hubo una historia que fue testigo de muchos sueños que dejaron de ser, quizas era el preámbulo de la nebulosa que vivimos hoy día... nebulosa tan terrible y a la vez amable para mí. Para ti? una nebulosa con aires de Baires y lejanía.
Ahora no me permito pensar en pérdidas, no en tu pérdida. eligo recordar lo lindo que es esto, exagerar al máximo la ausencia de ti, así no te olvido
mantengo algo más que un hilo como testigo y cosa concreta para definirnos, mucho más
que te veo sin verte, que te hablo sin hablarte y te escucho sin escucharte porque las distancia no me superan
guardate esto...estás en mi retina y de ahí nadie te saca
Dale que yo no auspicio la muerte de nada.

Hola, Sonrisa Cosquillosa:

Hoy estaba pensando en tu nariz y me acordé que sos inspiración. Me acudió el "ja-ja" de tu risa en algún paseo, caminando por Cerrillos o tal vez el la micro.
Y me dio miedo, sonrisa cosquillosa (escribo esto y la mirada se me nubla), de pronto me dio miedo (me dio pánico, me dio soledad)...¿Y qué pasa si nuestras vidas, si nuestros rumbos se separaron tanto que NOS separaron? ¿Si nos convertimos en lejanía, si los días pasaron un día y nos olvidamos?
No quiero eso, mi sonrisa, mi amiga, mi compañera, mi destino.

Quiero que siempre haya un eso,
aunque sea sólo un hilo
Algo que diga ella es todavía.
Yo quero siempre tu presente.

Por favor, no me olvides.

Yo te necesito, yo te extraño
Antes, Ahora y Siempre.